20 jul 2015

LEYENDA 20 VOCES EN LOS ASEOS DEL CEMENTERIO DE LA ALMUDENA



Esta historia me la contó el guardes de la puerta de O´donell del cementerio de la Almudena, Antonio Contreras que falleció en 2013. Él lo sabía todo. Donde estaba un cuartel concreto, las tumbas de personalidades o famosos, todo. Pero me detengo en una de las historias que, de todas las que me contó con el paso de tiempo, fue la que más me llamo la atención. Hablo de la leyenda de un hombre que fallece en el mismo cementerio en 1967. ¿No es casualidad que una persona fallezca en un cementerio no?, decía Contreras mientras se reía. Sucedió una tarde noche de primavera, mientras que un señor, del cual no me quiso decir su nombre, pasó sus últimas horas en los aseos de la zona central del cementerio. Visitaba la tumba de su esposa, es una zona de fallecidos durante la guerra civil. A este buen hombre, le dio una indisposición y paso a hacer aguas mayores a los aseos. Contreras y La policía jamás imaginaron que al día siguiente encontrarían a este ciudadano con los pantalones bajados, los labios morados y los nudillos ensangrentados según el forense, de aporrear la puerta. Se quedo atrancado y según el parte de los responsables de sanidad de la casa de socorro, murió por subida de tensión con taquicardia severa, que derivo en infarto de miocardio. Estaba solo, se atranco la puerta, y no pudo salir. Mala suerte comenta Contreras. Hasta aquí todo normal, dentro de la fatalidad que supone una muerte de estas características. Con la llegada del verano, una familia acude a ver a su abuelo, muerto en la guerra. Acto seguido salieron despavoridos. Montaron su Seat 600 y fueron a casa de Contreras. ¿Qué ocurre? Comenta el guardes. El cabeza de familia aclaro que oyeron golpes en las puertas de metal del cementerio, y que oyeron voces de un señor gritando, ¡me ahogo!, ¡me ahogo!, pero que fueron a socorrerle y allí, inexplicablemente no había nadie. Realidad o leyenda, Antonio Contreras no paro de sonreír durante toda la tarde, sirva de homenaje en todo caso.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me encantan éste tipo de historias. No conocía ésta y sería bueno conocer más.