La plaza Mayor tiene diez accesos, ni uno más ni uno menos. Todos
son luminosos a pesar de ser estrechos.
Pasan por ellos miles y miles de personas todos los días. Propios y
extraños, foráneos y extranjeros. Pero, hay uno, uno solo, el que se encuentra
a la altura del número 33 de la calle mayor, que da autentico miedo. Su
apariencia exterior no da sensación de terror o pánico, pero una vez dentro
queda sensación de frío y destemplanza, amenazante. Es el único callejón oscuro
y tétrico. Mi querido compañero y escritor del blog Secretos de Madrid, cuenta
que de manera paradójica lleva por nombre calle del Arco del Triunfo, nombre
ampuloso y elegante a pesar de ser
tétrico. Su nombre anterior fue “El callejón del infierno”. Bajo su penumbra se
cometen desde hace muchos siglos emboscadas, robos, crímenes despiadados, reyertas… Este nombre
lo toma por uno de sus tres incendios, el que aconteció en 1672, las llamas se
abrían paso sobre su escueta salida y el humo se extendió por toda la plaza de
manera rápida e infernal. Los vecinos lo compararon con el mismísimo infierno.
Hay que destacar que en el número 2 de este pasaje vivió el famoso cura Merino.
Martín Merino fue un clérigo que intentó matar a la misma Isabel II,
apuñalándola por la espalda. Quiso realizar el mayor de los regicidios
conocidos en la historia de Madrid. Acabo muerto y ejecutado en garrote vil en
1852. Otro sacerdote, Cayetano Galeote e inquilino del pasaje asesinó en 1886
con un revolver al primer obispo de Madrid. Fue internado en el manicomio de
Leganes posteriormente demostrándose su culpabilidad. Fallecio en 1922 a la
edad de 83 años. No conocemos quienes viven en este momento allí, pero algo de
demoniaco debe haber en este lugar de infierno y calvario.
1 comentario:
Ahora vive Satanas y su prole.
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