16 mar 2013

LEYENDA 3. LA CALLE DE LA CABEZA





Madrid ha sido históricamente lugar de curiosidades, enigmas y acaecidos. Si fijamos un poco de atención, veremos y leeremos nombres curiosos y evocadores por muchos de sus rincones. Vamos a conocer algunos de ellos y las leyendas que aún perviven.

DECAPITADOS Y AHORCADOS

Son muchos los cronistas de Madrid que hablaron siempre de ejecuciones a través de ahorcamientos y decapitaciones. En sus Episodios Nacionales, don Benito Pérez Galdós relata la muerte de varias personalidades y gentes del populacho en distintas ubicaciones del centro de Madrid. Don Benito hacía referencia, por ejemplo, a la calle de la Cabeza como un lugar feo y de extrarradio, con la peculiaridad de encontrarse a dos pasos del barrio de Lavapiés. Hay evocaciones que no podemos pasar por alto, la leyenda que da nombre a la propia calle de la Cabeza, o los recuerdos de las ejecuciones que se producían en Madrid en la plaza Mayor, en la plaza de la Cebada, y en la calle de la Cruz Verde. La leyenda de la calle de la Cabeza cuanto menos es desgarradora, es la crónica del asesinato de un clérigo en tiempos de Felipe III. Así lo cuenta también el poeta y dramaturgo Domingo María de Ripoll en 1717. Junto a su ama de llaves vivía con él un judío converso de origen portugués. Ante la abundancia de bienes del sacerdote, un día el criado mató al cura con tal virulencia que la cabeza quedó prácticamente decapitada. El asesino huyó a su país de origen con el botín, y decidió volver ya con otro aspecto de hombre rico. Nadie pensó que rondara de nuevo por las calles del Rastro, pero un día incluso se atrevió a comprar una cabeza de cordero para degustarla como exquisito manjar. De camino a su casa, un alguacil le detuvo por el reguero de sangre
que dejaba tal adquisición. Al mostrar el envoltorio apareció, ante el estupor de ambos la cabeza del cura asesinado. El lusitano fue condenado a muerte y ahorcado en la plaza Mayor, ante la cabeza del clérigo. Fue de tal impacto la historia que les acabo de contar, que el propio monarca hizo colocar una cabeza de piedra ante la fachada donde se cometió el asesinato. Madrid ha sido históricamente lugar de curiosidades, enigmas y acaecidos. Si fijamos un poco de atención, veremos y leeremos nombres curiosos y evocadores por muchos de sus rincones. Vamos a conocer algunos de ellos y las leyendas que aún perviven.

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