CRÓNICA 7. EL CEMENTERIO DE LA ALMUDENA

CAMPOSANTO DE LA ALMUDENA

El Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena ve pasar el tiempo desde hace 123 años junto a los barrios de Villaescusa, Bilbao y La Elipa en Madrid. Se encuentra en la avenida de Daroca,. Recibe su nombre de la Virgen de la Almudena, por la patrona de la ciudad. Con 120 hectáreas de extensión, es la necrópolis más grande de Madrid y de Europa. Surgió en 1884 como camposanto provisional junto a la entonces en construcción Necrópolis del Este. En el se han inhumado cerca de cinco millones de personas. Actualmente bajo su nombre se engloba todo el conjunto, integrado también por los cementerios civil y hebreo, situados al margen izquierdo de la avenida. Fue el cementerio principal de la capital desde los años veinte, y hasta 1973 con la construcción del Cementerio Sur de Carabanchel, fue el único camposanto existente en la ciudad para la mayoría de la población. Otros cementerios como el de Fuencarral, Vicalvaro o Canillas, por citar algunos significativos, acogían a los fallecidos del lugar pues eran pueblos y no barrios como actualmente.

Leyendas y curiosidades

Como curiosidad primordial tenemos que hablar de los duelos, en su mayoría salían de la Plaza de Roma (actual Manuel Becerra) y se hacían en coches de caballo con crespones negros. El sentir de la multitud y populacho en toda su historia, que  ha acompañado a los cortejos fúnebres ha sido protagonista de entierros como el del viejo profesor y político Enrique Tierno Galván o la folclórica Lola Flores, además de personajes de la vida política, militar y social Española. Su leyenda más viva habla de  la cúpula de la iglesia de la entrada principal, en ella se encuentra un ángel soportando en sus pantorrillas una trompeta. La leyenda dice que el día que se levante y toque dicho instrumento, será el día del juicio final. Otra comentada es el indicador de “parada solicitada” que se siente en el autobús que recorre el camposanto, conductores de la línea 110 afirman que se activa con el autobús vacío. Pasado y presente de un camposanto lleno de anécdotas, historias y curiosidades.